domingo, 14 de mayo de 2017

Solo un domingo

Resulta el peor día cuando no se tiene una compañía, si estamos dispuestos a permanecer vivos. Es el domingo un descanso forzado si no se busca reemplazar ese letargo con algunas horas de trabajo, uno desea descansar o escapar de la monotonía. Leer un domingo es auténtico y en lo único que se puede revivir en doce horas de aplomo, un día que no tiene color y sentido. Donde los suicidios no son frecuentes y las peleas de parejas alcanzan un clímax demasiado perverso. No tiene esa predisposición de un viernes por ejemplo, es el día en el que culmina la diversión y el comienzo de otra semana. Si, el domingo no me es grato, bajan la sonrisa y estimula al aburrimiento en su totalidad. Debería ser un día en el que el cuerpo sea desactivado automáticamente y después veríamos que tan bien encaramos la semana. 

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